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La guía definitiva: ¿Cuándo se debe tomar café?
Café: un marcapasos para el cuerpo y la mente
En un mundo caracterizado por un ritmo frenético y una accesibilidad constante, el café actúa como una especie de brújula que nos guía a lo largo del día e influye tanto en nuestro cuerpo como en nuestra mente. La ciencia que hay detrás de esta bebida es fascinante y demuestra que el consumo consciente de café a distintas horas del día y en distintas ocasiones puede aumentar nuestro rendimiento y bienestar.
El café de la mañana: una llamada de atención para el cerebro
El café como potenciador del rendimiento antes de hacer deporte
El café de la tarde: contra la baja y por la concentración
Se sabe que el café ayuda a superar el famoso bajón vespertino, que suele ir acompañado de cansancio y disminución de la concentración. He aquí las principales razones por las que el café es eficaz en este sentido:
La cafeína como estimulante: La cafeína, el principal ingrediente activo del café, es un potente estimulante. Actúa bloqueando los receptores de adenosina en el cerebro. La adenosina es un neurotransmisor que aumenta de forma natural durante el día y favorece la fatiga. Cuando la cafeína bloquea los receptores de adenosina, reduce la sensación de cansancio y al mismo tiempo aumenta el estado de alerta y la atención.
Mejora de las funciones cognitivas: Los estudios han demostrado que la cafeína puede mejorar el rendimiento cognitivo, especialmente en tareas que requieren atención, concentración y resolución de problemas. Esto resulta especialmente útil en la fase posterior a la comida, cuando muchas personas experimentan una disminución natural de la agudeza mental.
Aumento de la producción de dopamina: La cafeína también aumenta la producción de dopamina en el cerebro, un neurotransmisor asociado al placer, el estado de alerta y el humor. Un aumento de los niveles de dopamina puede ayudar a mejorar el estado de ánimo y aumentar la sensación de motivación y concentración mental.
Reducción del flujo sanguíneo al cerebro: La cafeína contrae los vasos sanguíneos, lo que provoca una ligera reducción del flujo sanguíneo al cerebro. Paradójicamente, este efecto puede contribuir al estado de alerta, ya que una ligera reducción del flujo sanguíneo cerebral se ha asociado a un aumento del estado de alerta.
Efecto rápido: el organismo absorbe rápidamente la cafeína, cuyos efectos suelen notarse entre 15 y 30 minutos después de su consumo. Esto convierte al café en una solución rápida para el bajón vespertino.
Café y digestión
El café puede tener efectos positivos sobre la digestión de diversas maneras. He aquí algunos de los beneficios que los estudios y observaciones científicas han puesto de relieve:
Estimulación de la producción de ácido estomacal: El café, especialmente cuando se toma fuerte y negro, puede estimular la producción de ácido estomacal. Este aumento de la producción de ácido puede mejorar la eficacia digestiva al ayudar a descomponer ciertos alimentos y acelerar el proceso digestivo. Esto puede ser especialmente útil para comidas copiosas o alimentos más difíciles de digerir.
Estimulación de la motilidad intestinal: la cafeína, componente principal del café, actúa como estimulante natural del sistema digestivo. Aumenta la motilidad intestinal, es decir, los movimientos del tubo digestivo que desplazan el quimo a través del intestino. En consecuencia, el café puede estimular la actividad intestinal en algunas personas y ayudar a aliviar el estreñimiento.
Estimulación de la vesícula biliar: Algunos estudios han demostrado que el café puede estimular la contracción de la vesícula biliar y aumentar la secreción de bilis. La bilis desempeña un papel importante en la digestión de las grasas y este efecto estimulante puede mejorar la eficacia digestiva.
Antioxidantes: El café contiene diversos antioxidantes, como el ácido clorogénico y otros polifenoles. Estos antioxidantes pueden tener propiedades antiinflamatorias y ayudar a proteger el revestimiento del estómago. Esto podría reducir el riesgo de ciertos trastornos digestivos, como las úlceras gástricas.
Sin embargo, es importante señalar que el café no es beneficioso para todo el mundo en lo que respecta a la digestión. En algunas personas, el café puede exacerbar el ardor de estómago o el reflujo gastroesofágico. También puede provocar síntomas indeseables en personas sensibles al café o con algún trastorno digestivo, como el síndrome del intestino irritable.
El efecto del café sobre la digestión puede variar mucho en función de la tolerancia individual y de la cantidad de café consumida. Siempre es aconsejable prestar atención a las señales de tu cuerpo y consultar a un médico o especialista en nutrición si tienes alguna duda.
Café de la tarde: disfrútalo con cuidado
Beber café por la noche no suele ser recomendable, sobre todo por su contenido en cafeína. La cafeína es un estimulante que tiene diversos efectos en el organismo que pueden repercutir negativamente en el sueño:
Alteración del ciclo del sueño: La cafeína puede prolongar el tiempo que se tarda en dormirse, reducir la calidad del sueño y disminuir la duración del sueño profundo. Esto se debe a que la cafeína actúa como antagonista de los receptores de adenosina. La adenosina es un neurotransmisor que aumenta en el cerebro durante el día y provoca cansancio y somnolencia. La cafeína bloquea el efecto de la adenosina y nos mantiene despiertos.
Aumento de la frecuencia cardiaca y del estado de alerta: la cafeína estimula el sistema nervioso central, lo que puede provocar un aumento de la frecuencia cardiaca, de la tensión arterial y del estado de alerta. Estos efectos son especialmente perjudiciales cuando se intenta relajarse y conciliar el sueño.
Alteración de la arquitectura del sueño: La cafeína puede cambiar la estructura del sueño. Influye principalmente en el sueño REM (Rapid Eye Movement), una fase del sueño que es importante para soñar y para algunos aspectos de la consolidación de la memoria.
Sensibilidad individual: El efecto de la cafeína varía mucho de una persona a otra, dependiendo de factores como la edad, el hábito de consumir cafeína y la sensibilidad individual. Algunas personas pueden tomar café por la noche y seguir durmiendo bien, mientras que otras se ven muy afectadas incluso por pequeñas cantidades de cafeína.
La vida media de la cafeína en el organismo es de unas 3 a 5 horas, lo que significa que transcurrido este tiempo se ha descompuesto la mitad de la cafeína ingerida. En algunos casos, sin embargo, la cafeína puede tardar hasta 8 horas o más en eliminarse por completo del organismo. Por lo tanto, es aconsejable evitar el café y otras bebidas con cafeína en las horas previas a acostarse para garantizar un sueño de calidad.
Control del peso
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Conclusión:
El café es mucho más que un simple estimulante matutino. Es una bebida versátil que, si se utiliza correctamente, puede potenciar nuestro rendimiento cognitivo y físico y enriquecer nuestra vida social. Un enfoque consciente del café, que tenga en cuenta los diferentes efectos a distintas horas del día, nos permite aprovechar toda la potencia del café.